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sábado, 8 de junio de 2024

¿Qué va antes? ¿Los leads, el marketing o las ventas? El ‘huevo y la gallina’ del entorno empresarial

  •  La consultora estratégica de negocio estrategíZATE ofrece una serie de publicaciones con consejos prácticos para reforzar el crecimiento sostenido y rentable de las empresas con las que trabajan. Están focalizados de una manera transversal en las áreas de negocio, comercial, compras, operaciones y personas y tienen como fin multiplicar el valor de las organizaciones a las que acompañan.



ROIPRESS / ESPAÑA / EXPERTOS - En este caso las incógnitas a despejar son las siguientes: ¿quién lidera en un nuevo lanzamiento de producto o servicio? ¿Qué debe priorizarse en nuestras estrategias y lanzamientos, el marketing o las ventas? Según Máximo Alejandre, socio y fundador de estrategíZATE, esta duda surge en muchas de las empresas a las que asesoran, y recuerda a la eterna pregunta sobre qué fue primero, si el huevo o la gallina. Aunque la respuesta en este caso parece más clara.


Como comenta Alejandre, antes de tomar esta decisión lo primero que debe definirse de forma concisa es qué es lo que vamos a lanzar, si es totalmente novedoso o es una extensión de algún producto o servicio que estamos comercializando ya, y el objetivo que se quiere conseguir con el nuevo proyecto, producto o servicio que se va a lanzar. 

“Tener estas dos respuestas claras nos ayudará a enfocarnos para definir el cómo lo vamos a conseguir. Y en la respuesta a ese ‘cómo lo vamos a conseguir’ encontraremos también la solución a nuestra pregunta inicial: ¿qué departamento va a ser el que arranque nuestro lanzamiento, el de marketing o el de ventas?”, apunta.

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Eso sí, en general ambas partes deben estar en contacto directo constante, trabajar los proyectos de forma conjunta y sobre todo fluida, evitando esas luchas de poder que a veces se producen entre departamentos con sentencias tipo “eso es de ventas” o “eso corresponde a marketing”.

Ejemplos

Si lo que nuestra empresa va a poner en marcha es algo desconocido y totalmente nuevo, necesitaremos explicar bien a nuestro público en qué consiste para que lo entienda correctamente. En este caso, el marketing normalmente tendrá más importancia, y ventas le acompañará en esta labor.

Si el producto o servicio que se lanza es sólo una variación de otro existente, lo lógico es que quien lidere el proyecto sea el departamento de ventas, ya que la descripción será mucho más sencilla y asumible para el cliente, y marketing colabore con las herramientas que ventas pueda precisar.

Si se necesita captar usuarios para una nueva línea de negocio, será marketing el que arranque con una estrategia que se centre en generar notoriedad y llamar la atención de esos posibles clientes. Y según sean sus objetivos y estrategias, así ejecutará su labor el equipo de ventas.

Malas costumbres

Alejandre recuerda que este tipo de proyectos no pueden apoyarse en objetivos con números vanidosos o rimbombantes que, en realidad, no aportan. Por ejemplo, marcarse como fin conseguir un número elevado de impresiones en campañas digitales. 

“Como objetivo único y aislado tiene poco sentido. Lo importante es aterrizarlo más, bajarlo a negocio. Porque no me interesa el número de personas que ven mi promoción, sino el número de personas con potencial interés de compra que la ven y, por supuesto, el número de los que definitivamente me va a comprar”, plantea.

Hay que concretar lo que de verdad es un lead, un potencial cliente, y para ello es importante diferenciar en nuestras bases de datos las características que nos van a indicar que, por alguna razón, esa persona o empresa va a tener interés en los productos o servicios nuevos que se van a ofrecer.

Ejercicios de comprobación

Para saber si nuestra empresa está ejecutando bien estos procesos, desde estrategíZATE nos plantean un ejercicio de comprobación que debe comenzar por seleccionar una de las últimas campañas promocionales que se hayan llevado a cabo en la empresa. Y chequear respondiendo a las siguientes preguntas:

- ¿Había un objetivo claro de la campaña? ¿Estaba cuantificado?

- ¿Había un plan de comunicación interno para que todos los equipos y departamentos de la empresa tuvieran clara su labor y lo que tenían que conseguir?

- Si había diferentes departamentos involucrados, ¿se trabajó internamente y de forma previa para que todos estuvieran alineados?

- ¿Qué resultados se obtuvieron en comparación con el objetivo marcado? La respuesta debe ser cuantitativa, aunque también se pueden añadir valoraciones cualitativas, por ejemplo, sobre los aprendizajes que ha aportado el proyecto.

- ¿Qué aprendizajes hemos obtenido de este lanzamiento para próximos lanzamientos? ¿Qué debemos impulsar, mejorar, o qué hemos hecho pero debemos dejar de hacer? Este aprendizaje es de gran valor para los futuros proyectos del negocio.

“Si alguno de estos puntos no se ha conseguido, merece la pena revisar el modelo y buscar otras fórmulas que se podrían haber utilizado, dejándolas marcadas para futuras ocasiones. Lo que no debe faltar es un objetivo bien definido ni un plan que incluya la comunicación interna y que ayude a alinear a todas las personas y departamentos que van a participar en el proyecto”, indica Alejandre.




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